Que Internet lo sabe casi todo de nosotros, y que quiere saber cada vez más, es un hecho. Que la mayoría luchamos celosamente para preservar una parte de nuestra intimidad frente a la red de redes, también. Este afán por proteger espacios privados ha servido a Facebook para, sirviéndose del don de la oportunidad, lanzar Facebook Rooms, una app móvil cuya principal virtud está en garantizar a sus usuarios el anonimato en las conversaciones.
Facebook Rooms se inspira en el funcionamiento de las primeras comunidades web, aquellos chats y foros en los que los internautas se reunían con personas de muy diversas procedencias -a las que, en condiciones normales y sin la existencia de la red jamás conocerían- para charlar de aquello que tenían en común, sin verse obligados a dar pelos y señales de sus verdaderas identidades. Supone un regreso a la pulsión por conocer gente nueva, en respuesta a la tendencia más reciente de rodearse solo por aquellos a quienes podemos identificar en la vida real.
Más concretamente, el responsable de este producto en Facebook, Josh Miller, define a Rooms como un lugar donde “lo que dices importa más que quién eres o a quién conoces”. En este sentido, se trata de una herramienta en la que “ser uno mismo” y “liberarse” de los corsés que impone la vida diaria.
De momento solo está disponible para sistemas operativos iOs y a las salas de conversación se accede por invitación. 
Al crear cada sala, su promotor obtiene un código QR con el que puede proceder como desee: bien facilitándoselo únicamente a un grupo muy selecto o bien promocionándolo para que llegue a un público masivo. Este código QR funciona a modo de entrada: cuando el usuario lo fotografía con su iPhone, la app Rooms lo reconoce y automáticamente franquea el acceso a la charla.
Rooms posibilita, asimismo, compartir imágenes y vídeos. Es completamente independiente de Facebook, no obliga a tener un perfil abierto en esta red social y, además, deja controlar el nivel de la privacidad de las salas, de modo que el administrador puede elegir si estas son visibles o no cuando los usuarios realizan una búsqueda. El diseño de cada room se puede personalizar y los espacios admiten el uso de emojis.
Si analizamos las razones que se encuentran en el origen de Facebook Rooms, podemos identificar principalmente dos:
En los primeros días de andadura de Facebook Rooms, los intereses de los pioneros en adoptar la app se orientan hacia el deporte, las aficiones, la comida o la autoayuda. Pero, yendo más allá, el éxito de esta aplicación dependerá, según apunta Davey Alba en Wired, en la capacidad de Facebook para moderar las conversaciones y prevenir que Rooms se convierta en un terreno abonado para amenazar, extorsionar o robar información amparándose en el paraguas del anonimato.
